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Momento “A”: Ambiente-Activación


Ejemplos de estrategias propias para el momento A:

1. Lluvia de ideas también se conoce como tormenta cerebral, torrente de ideas, torbellino de ideas, promoción de ideas, distorsión creadora e imaginación creativa.

2. Conversación informal, sostener un breve diálogo con el grupo de alumnos puede ser una estrategia sencilla para lograr la inducción al tema. Algunas sugerencias prácticas son:


• Preparar previamente el guión del posible diálogo.


• Cuidar que la introducción, y como parta de ella la pregunta que se emplee, sea lo suficientemente general como para estimular la participación de los alumnos.

 

3. Frase mural, consiste en escribir en el pizarrón, o traer una hoja de rotafolio, o bien presentar mediante el retroproyector un acetato con un mensaje corto alusivo al tema de la lección que iniciamos y orientar a los alumnos para que:


• Lo lean con atención.


• Piensen por un momento al respecto (un minuto, por ejemplo).


• Expresen opiniones, puntos de vista o comentarios sobre lo que les sugiere tal planteamiento.

 

 

El éxito de esta estrategia radica en el contenido del mensaje. El maestro deberá tener mucho cuidado al seleccionarlo, pues entre otros requisitos se debe ajustar al tema y a la intención pedagógica que tengamos.

4. Lámina / foto mural, presentar una fotografía o lámina y proyectarla en acetato con el retroproyector. Resultan muy útiles las caricaturas, preferentemente sin texto.

5. Frases incompletas, consiste en que el alumno complete oraciones truncas.

6. Concordar-discordar, consiste en presentarle a los alumnos un mínimo de 10 y un máximo de 20 enunciados breves y redactados en forma tal que provoquen en ellos la reflexión.

Momento A

En este momento “A” existen dos estrategias fundamentales que deben llevarse a cabo:

1. Las estrategias de creación del ambiente favorable para aprender.


2. Las estrategias de activación.

 

 

 

1. Creación del ambiente favorable para aprender

Crear el ambiente favorable para aprender significa hacer que los alumnos se sientan bien. Es de conocerse que tanto niños, adolescentes y jóvenes manifiestan poco interés cuando asisten a la escuela en el contenido de enseñanza, su centro de atención es, primero, en las relaciones que establecen con sus compañeros; en segundo lugar, en la recepción que el docente le hace al grupo y en particular a él o a ella; y, en tercer lugar, ésta el contenido de aprendizaje.

Hacer que se sientan bien implica que la escuela y el salón de clases en particular reúnan toda una serie de condiciones físicas favorables, considerando la ventilación, iluminación, limpieza, orden e incluso, el olor. Por otra parte, el alumno debe percibir un sentimiento de aceptación. En el salón de clases, el maestro entre otras cosas, propiciará un ambiente favorable si lleva a cabo lo siguiente:

• Conocer a sus alumnos, no sólo sus gustos e intereses, sino también sus virtudes y áreas de oportunidad claro que sin ponerlas en evidencia.
• Se mueva por el salón.
• Se acerque a los alumnos.
• Se esfuerce por comprenderlos.
• Haga comentarios positivos sobre cada uno, en el momento oportuno.
• Alabe sus cualidades y esfuerzo.
• Mantenga un tono emocional afectivo alto.

Creación de ambientes favorables

2. Momento de activación

En esta fase es aconsejable reflexionar acerca de la manera en como solemos comenzar nuestras clases. ¿Qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos?, ¿Qué primero y qué después? y ¿Por qué y para qué procedemos de esa forma? Evidentemente,  existen diferentes tipos de lección: aquella con la que se inicia un tema, aquella con la que continua, o con las que se finaliza una unidad temática, es decir, un conjunto de clases referidas todas a un mismo contenido del curso.

En la literatura didáctica se pueden encontrar, expresiones como: introducción a la clase, presentación de la lección, inducción a la actividad y motivación del tema, todas ellas hacen referencia a una modalidad para activar al alumno o bien para inducirlo al trabajo y hacerlo participe de la clase.

Al fundamentar teóricamente el aprendizaje cooperativo en el paradigma de la construcción social del conocimiento y al trabajar en la práctica el concepto de la zona del desarrollo potencial o mejor aún, en el de la zona de construcción de conocimiento y el de crisis socio cognitiva, el momento de inicio de la lección debe ser un momento de activación.
El alumno nunca parte de cero al aprender algo nuevo, pues siempre tiene algún antecedente, alguna vivencia anterior, o punto de referencia relacionado con el tema, o al menos hace uso de la intuición o se imagina algo al respecto. A ese conjunto imperfecto y no estructurado de información, vivencia, puntos de referencia e intuición o fantasía se le conoce como conocimiento previo, y es necesario despertarlo, refrescarlo, para construir el nuevo,  a partir de él. En tal sentido, la estrategia de activación constituye el recurso didáctico que nos permite construir las condiciones para iniciar el proceso de adquisición nombrado aprendizaje.

Algunas estrategias de activación son predominantemente socio-afectivas, por la importancia que le dan a la creación de condiciones grupales, personales o favorables para aprender, y entre ellas están las relaciones interpersonales necesarias en clase. Un ejemplo de acciones propias de este momento es cuando el docente implementa técnicas centradas en el grupo al inicio de la clase para favorecer un mejor ambiente de aprendizaje o bien cuando se preocupa por efectuar inducción en la que involucra al alumno partiendo de sus conocimientos previos.

Una nueva forma

de enseñar y

aprender...

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